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domingo, 4 de marzo de 2018

Verte soñar

Continuamente como ahora imagino en el cómo será tu sueño? Cómo te verás tendida en tu cama. Esa sabana delgada. La tela blanca, roja, verde o azul, o naranja: abrigandote y dibujando la serenidad de tu cuerpo.  Tienes razón cada quien es libre de imaginar y también libre de suponer. Anoche dijiste: Cuando una mujer siente una chispa que de verdad la estremece. Se humedece.... Talvez sin esperarlo. Solo sucede. Solo pasa.

Si ahora no puedo evitar imaginarte dormida. Respirando, profundamente ahogada en esa paz que solo tú conoces y que solo tu pudiste inventar: de esa misma forma inadvertida, como el momento del milagro de tu nacimiento. Recuerdas el momento exacto cuando la inmensidad de la vida te dejó ser. Recuerdas el momento exacto cuando después de nadar en aguas durante meses, debiste respirar aire por primera vez. Recuerdas cuando lloraste? Cuando tú voz se escuchó por primera vez en éste mundo. Cuando tu voz lleno este universo. Este milagro en que vivimos?. Yo, no recuerdo. El momento exacto cuando la vida me llegó. La vida es un milagro. Un don precioso. Un motivo. Y un tesoro impensable en si misma.

Me dijiste que a partir de tu experiencia y vida. Consideradas que tus motivos de vida no estaban asociados a una forma de pertenencia mutua. Es decir a ese sentido de amar y querer de verdad. Me dijiste que para mí mis conversaciones eran un simple juego. Entendí, un juego para satisfacer mi morbosidad. En realidad como te dije anoche. Tarde o temprano le llega a cualquiera el momento exacto de decir la verdad. El momento de dejar de aparentar insensibilidad, fuerza, dureza, orgullo, ego. Me place la idea clavada en mi mente de imaginarte dormir. Me place imaginar cualquier interpretación de mis sentidos materiales que me dejen imaginarte. Sentirte, oírte, saborearte, olerte, verte. Estoy seguro que ahí en vos. Mientras duermes y cada vez que despiertas y cada vez que andas y recorres el mundo: cada vez que penetras en tu vida de siempre. Cuando por ejemplo es inevitable vivir eso días pesados de la mayoría de los siempre. Quieres escapar. Pensar que existe algo mejor. Que puede llegar ese día magnífico en que llegue esa alma perfecta que te llene y te colme completa y totalmente. Yo te imagino dormir. Ahora. Ahora mismo. Me encantaría verte dormir y también verte despertar. Tu tienes tu vida. La vives y la vivirás a tu modo. De esa misma forma en que yo lo hago. Pero mi mujer preciosa. Repito, llega el momento en las vida de cualquiera, la mía como la tuya en que uno solo tiene opción para decir la verdad que siente adentro. Y eso hago ahora mismo. Y porque no juego con vos y porque he revientas mis ideas. Y porque siento que te reservas muchas cosas metida en esa concha que te hiciste para que nadie te dañará más. Dices que te importa si eso que tu te permites vivir y explorar sin que represente una atadura para tu vida. Te escribo esto por cuánto presiento que tras de toda esa fuerza que te escuda y te excusa hay un ser sublime y precioso y yo, yo, quiero completamente con ese ser. Eso que tu eres, sos y me niegas.

Quiero verte soñar. Dormir. Libre, perdida en el profundo cielo y precipicio de tus mejores y más queridas y deseadas ideas. Solo gastar mis horas de la noche.... Sintiendote, abrazándose.