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viernes, 16 de mayo de 2014

Más allá de todo



En los días al finalizar
Mi lecho compañero es una planicie,
Las estrellas velan por sobre mi techo o más allá de las nubes,
En su universo de maravillas.

Y así en mi lecho vacío,
Vives tú en el inmenso hueco de mi sueño,
No estas,
Y el frío me recuerda tu ausencia.
Te busco en mis recuerdos del día
Y te encuentro en cada llanura y cada despeñadero,
En el cielo despejado, o en la tela gris de algodones levitante,
En el ronroneo del autobús,
En el asfalto negro de las calles,
En el bocado que conduzco hasta mi boca,
En la mano vacía que no sostiene tu mano.
Te recuerdo, te busco y siempre te encuentro
Estas ahí en cada curso: viaje, idea o milagro.
Y así teniendo un poco de tu vida en mí,
Estoy pleno y ningún sueño de pesadilla exalta mis noches desde ti.

Mi lecho es una planicie,
Es el recuerdo nocturno de tu falta,
La idea de ausencia que permanece mientras no estés,
Mientras no escuche las ondas suaves de tu voz,
Mientras no explote en mi olfato una molécula dulce de tu cuerpo.
La idea que me dice: un poco de ella vive en ti.
Ella, mi ella… Tú mi compañera, átomo de mi sangre.

Transitemos juntos,
No mires mi rostro, ni mis ojos, ni la forma cuadrada de mi cabeza.
Llena el hueco de mi lecho, has de su llanura un cultivo de sueños.
Vive conmigo magia: más allá de estar juntos, vive conmigo.
Déjame vivir contigo y en ti, déjame recorrer tu llanura, llenarla y amarla,
Déjame plantar árboles nuevos en ella.
Vive conmigo… mírame más allá de mi piel y de mis huesos y de mis locuras,
Ama lo que soy y sabrás que estarás segura,
Descansa en mi yo lo haré en ti,
Mis locuras se marcharan un día, lo sé,
Déjame hacerte feliz para un día recibir el premio de mi felicidad.

Descansa, transita, duerme y despierta hasta el último día junto a mi.