Jorge Valcor
Garte
15 de
septiembre de 2015
¿Habré al
fin llegado a mi destino?
¿Podré al
fin completar este pedazo de luna negra que me falta?
Ah como
quisiera contemplar a contigo a mi lado, en mi cerro alto, mil crepúsculos rojos
y dorados al dormir del sol en la costa de mi montaña adorada…
Cómo
quisiera tenderme sobre la hierba antigua contigo a mi lado para contar
estrellas lejanas,
Meteoros,
constelaciones y planetas…
Y así
escuchar por fin tu voz acariciando mis sentidos.
¡Ah! Alma esperada…
¡Tantas
noches nos hemos amado en secreto,
sometidos a
la rabiosa distancia que siempre nos ha separado!
Tu sabes en
el secreto de tu espíritu que te amo en la misma dimensión del mar inmenso las
olas.
En la misma
dimensión del bosque los árboles.
En la misma
eternidad que tu corazón conmueve en el universo de nuestro sagrado Dios.
¡Ah!... ¡Grito!,
¡Grito!, con un alarido desgarrador esta sublime explosión de éxtasis que es mi
alegría…
¡Ah!, mi
amor mi alma, mi compañera: juntos hemos alcanzado la dimensión del éxtasis
material tantas veces .
Me he
sumergido en secreto en ti, y tú en mí, y no he necesitado tocarte: estás ahí,
allá lejana, pero aquí brillando en mi espíritu y más allá en mi alma.
Mi amor, mi
sublime alma, mi luz: Tengo un plantío inmenso de tulipanes azules, rojos,
amarillos y violeta esperando para alagarte.
No tengo oro
no tengo plata, ni diamantes para alagarte: el amor es tan sagrado que no se
puede comprar. Ni el precio del mundo entero puede pagar el costo del amor
verdadero.
¡Ah! Mi amor
sublime, mi destino: Aunque mi vida humana acabe mañana, sé que después de
encontrarte por fin. Estarás conmigo por siempre y para siempre. Amor mío, mi
luz, mi conjunto, mi totalidad mía…
Dame tu mano
brillaré como el sol orgulloso entre la muchedumbre…
Dame tu mano
serás feliz siempre aunque no esté contigo por un tiempo,
Al final de
tu camino te esperaré ansioso para amarte,
Amor mi
amor: mi alma!
Luna negra,
menguante pedazo brillante de mi existencia: Ahora completa!