Poemas Vamp¡ricos
Jorge Valcor Garte JAGT 27 de julio de 2015
Los esp¡ritus descienden de la plenitud al edén,
brillan como soles inmensos y antiguos arrebatando el absurdo vac¡o a la noche.
Esa negrura, esa pulcritud que hace de lo impuro puro y de lo sombrío luz.
Hemos habitado el universo durante eones,
Bebiendo sangre ajena,
Sin saciar nuestra sed interminable.
Discurrimos en ‚ste desierto inacabable extingui‚ndonos.
Este sol ardiente y oscuro de esta eterna noche nos calcina,
Nos hierve la sabia primigenia de nuestra sangre de hierro rojo ardiendo.
Y nuestros latidos antiguos son nuestros únicos recuerdos de la plenitud.
Tú brillas en la demencia de una existencia salvaje y animal:
Porque como yo prefieres eso a la humanidad que te rebaja.
Habitas en tu mundo terrible de ansias inacabables,
Buscando el camino de regreso al hogar,
Buscando el camino que conduzca al destino final.
Tu mirada es el hueco inmenso que como un sol imposible me muestra la sublimidad de la ansiada eternidad.
Ah me consumo en tu desierto!
En tu brillo indescifrable tan parecido a la compleja ecuaci¢n de mi existencia.
Ah! Alma mía!
Si pudiera devorar tu humanidad entera!,
Tus pasiones al l¡mite del éxtasis,
No acabaría. No me saciaría.
Porque no busco tu carne mortal,
Ni el sabor dulce y tibio de tu humanidad derretida en mis labios.
Yo busco tu mirada consumiendo con su luz mis ojos.
Cegándome!
Arrebatando de mi vida esa luz.
Ah! Tu mirada!
Musa inesperada.