He regresado. Id preparad la hoguera quemad una a una las hojas de este árbol. Id reventad el tronco a golpes de hacha, dejadlo caer, destrozadlo hasta que no queden sino sus raíces: el retoño de un naranjo. Id tañid las campanas, golpead los triángulos de metal, ya viene el alimento. Ya viene la tormenta. Ya viene el viento del norte. He regresado y desde mi palomar amarillo, en mi exilio, trueno, reviento, y sublimo mi alegría. Ya los árboles me abrazan, y el frío, y los escorpiones negros: la esmeralda inapreciable que minuto a minuto insufla vitalidad en mi vida. Id despertad a los duendes, incomodad a las hadas, a los elfos, a los pies largos de la comarca: He regresado!